Estilos de cerveza
¿Tienen sentido todos los nuevos estilos de cerveza?
¡Muy buenas, cerveceros!
Hoy vengo a disertar un poco sobre un tema que puede resultar algo polémico: ¿Tienen sentido todos los nuevos estilos de cerveza que surgen, sobre todo en el mundo craft?
La respuesta no es sencilla en mi opinión; depende. Para que un subestilo tenga razón de ser, debe estar claramente diferenciado del que proviene o directamente crear uno nuevo, tarea harto complicada de lograr. Lo normal en las modas es que las más absurdas desaparezcan rápido, como fue el caso de las Brut IPAs hace unos años (buscando un final muy seco y carbonatación alta). No conocí a nadie a quien le gustasen especialmente, pero vendieron mucho por ser algo «nuevo». El 99% de estas tendencias nacen en EEUU, les copiamos unos meses más tarde y mueren al poco tiempo sin pena ni gloria.
Encontramos otro ejemplo en las relativamente recientes Cold IPAs, una supuesta evolución de las IPLs que saben a IPL, huelen a IPL y tienen aspecto de IPL. Me han argumentado mil y una veces las diferencias en su elaboración (cada uno dice una cosa), pero a efectos prácticos son la misma mona vestida de otra seda.
No es lo mismo tampoco que el elemento diferenciador sea el volumen de alcohol, como puede ser el caso de los términos Session o Imperial, que nos indican respectivamente que una cerveza tiene menos o más grados de lo habitual en el estilo (de una manera bastante general en todos ellos).
A este respecto, de un tiempo a esta parte se está acuñando el término Micro o Nano cuando el ABV de una cerveza es considerablemente menor del habitual, encontrándonos muchas Micro IPAs y Nano IPAs de 2% y 3%. Y me surge la pregunta… ¿No es literalmente esto lo que significaba Session? Muchos cerveceros argumentan que, a día de hoy, el término indica que en el caso de las Session IPAs deben rondar los 4%, y por debajo ya son Micro o Nano. No creo que tardemos mucho en ver Super Imperial Stouts o Hiper Imperial Goses (por decir alguna).
Por otro lado tenemos las Pastry Stout o Pastry Sour, y aquí la cosa ya cambia: en su elaboración se utilizan elementos de repostería o esencias aromáticas propias de los mismos, resultando en cervezas muy dulces que nos pueden saber y oler a nubes de azúcar, donuts, mazapán, caramelo salado, natillas, gofres… Las pongo aparte porque creo que en este caso sí que existe un elemento diferenciador importante en su elaboración, como es el uso de estos elementos en vez de agregar simplemente cacao o vainilla.
Aunque no sea tan reciente, también quiero romper una lanza a favor de otro estilo que sí creo tiene motivos para existir: la Grape Ale. El usar mosto de uva en la elaboración de esta cerveza me resulta interesante como nexo de unión con el mundo del vino, aparte de crear aromas y sabores diferenciados de otros estilos de cerveza, ya sean de fermentación mixta o espontánea o que la fermentación suceda en barricas de madera.
Me dejo muchas en el tintero y no quiero sonar gruñón; tan solo creo que a los que nos apasiona la cerveza, a veces se nos va la pinza con estas cosas tan frikis. Como casi todo, esto es un tema de opinión, y ésta ha sido la mía.
¡Gracias por leerme!
Héctor Lecuona, Beer Sommelier