Cultura Cervecera
Elaboración
Estilos de cerveza
Gastronomía
¿Qué diferencia hay entre una cerveza Ale y una cerveza Lager?
Hoy nos encontramos ante una de las preguntas más reveladoras de nuestra bebida favorita. Quizá te suenen ya los términos Ale y Lager, pero ¿por qué tienen tanta importancia?, ¿en qué se diferencia su elaboración?, ¿cómo afecta esto al resultado final?. Pues bien, toma nota, que vamos a responder a estas y alguna que otra pregunta más.
Personalmente, y en cuanto a estilos se refiere, me gusta entender la cerveza como un gran árbol. Es precisamente en la primera bifurcación del tronco donde aparecen las dos grandes ramas: Ale y Lager. No son dos estilos concretos, sino la primera gran diferencia que marcará los posteriores estilos y subestilos en los que se ramificará nuestro árbol.
Podríamos ordenar los diferentes tipos de cerveza en base al color, al contenido alcohólico, al amargor o incluso al dulzor, pero ninguna de estas características es tan definitoria como la temperatura de fermentación, que es precisamente lo que diferencia las cervezas Lager de las cervezas Ale. Pero ¿por qué la fermentación?
Piensa que la fermentación es la parte del proceso en la que se produce la magia: la levadura “se come” el azúcar y lo transforma en etanol (héroe y villano a partes iguales) y C02. Gracias a la fermentación, pasamos de tener un zumo de cebada dulzón y amargo a tener nuestra bien querida cerveza.
Pues bien, las cervezas Lager fermentan a baja temperatura, que suele ir entre 7 y 13ºC; mientras que las Ale lo hacen a temperaturas superiores, habitualmente entre 16 y 25ºC. Además, si queremos elaborar una Lager, escogeremos levaduras que puedan trabajar a baja temperatura, y al contrario si lo que pretendemos es hacer una Ale.
Aunque las Ale siguen teniendo gran popularidad en países como Bélgica o Reino Unido, la aparición de las Lager en Alemania y posteriormente en Chequia irrumpió con fuerza y las popularizó rápidamente por casi toda Europa. La diferencia en la temperatura de fermentación las hacía más suaves y refrescantes, conquistando a gran parte de los bebedores, especialmente a los de las regiones más cálidas. Pero, como para gustos, cervezas, las Ale están volviendo a ganar adeptos gracias a los matices más complejos y frutales que les aporta la alta fermentación. Sólo en nariz, la diferencia ya es evidente.
Pero, como te decía al principio, esto no es más que una primera división. Dentro de las cervezas Lager, nacen ramificaciones como Pilsner, Helles, Märzen, Bock, Dunkel o Schwarzbier. Mientras que, por el lado de las Ale aparecen las Witbier, IPA, Dubbel, Tripel, Quadrupel, Porter, Stout y un sinfín más de estilos que tendremos que dejar para otro texto. Sin embargo, a menudo en nuestro árbol se entrelazan las ramas; y como no todo en la vida es Ale o Lager, también existen estilos híbridos como las Atlbier o Kölsch. Como siempre, te recomiendo probarlas todas. Descubrirás que no hay una cerveza para cada persona, sino que hay una para cada momento.
Pablo Tamayo