Cultura Cervecera
Para cada cerveza un tipo de vaso, copa o jarra
Hay dos cosas fundamentales que tenemos que tener en cuenta para disfrutar al máximo de las propiedades de una cerveza, para preservar su aspecto, aroma y gusto originales.
La primera de ellas tiene que ver con elegir correctamente el vaso, copa o jarra en la que nos la vamos a servir, para cada estilo se recomienda el suyo específico. Y la segunda está relacionada con la forma de servir la cerveza. Tenemos que generar espuma suficiente para proteger la cerveza de la oxidación al contacto con el aire, y conservar así mejor los aromas y sabores.
Aunque hay muchas formas de servir la cerveza, a continuación os voy a detallar un método genérico válido para casi todos los estilos. Una vez elegido el vaso, limpio y enjuagado, lo inclinaremos a unos 45º para facilitar el deslizamiento de la cerveza por la pared del mismo y cuando llevemos la mitad servida o un poco más, ir girando y poniendo el vaso recto para generar la espuma correspondiente, de unos 2 dedos aproximadamente.
Existen diferentes tipos de vasos:
Shaker: También llamado Pinta americana (473 ml). Originalmente utilizado para agitar cócteles. Vaso recto con forma más estrecha en la parte inferior que en la parte superior. Debido a su gran tamaño no retiene especialmente la espuma ni los aromas de la cerveza, sin embargo es muy utilizado principalmente por las cervezas artesanas para albergar todo tipo de estilos.
Pinta Irlandesa: También llamado Pinta Inglesa (568 ml aprox.). Utilizado principalmente en cervezas Stout. Con la curvatura en la parte inferior, un cuerpo más ancho y un final estrecho permite retener la espuma y concentrar los aromas.
Pinta Nonick: Parecido al vaso de Pinta pero con una protuberancia cerca del borde que permite sujetar el vaso con más facilidad, concentrar la espuma y aromas, muy utilizado para todo tipo de cervezas, especialmente las IPA.
Sniffter: Utilizado para servir Brandy es muy adecuado para servir Barley Wines o Imperial Stouts. La profundidad y el borde curvado hacia adentro permite concentrar los aromas y su tallo corto permite sujetar el vaso con la mano permitiendo calentar la cerveza si es servida demasiado fría.
Tulipa: Vaso ancho en la parte inferior, con la parte media hacia adentro que nos permite retener los aromas y la espuma y una curvatura exterior hacia afuera ideal para poder beber cómodamente. Ideal para todo tipo de cervezas, algunos indican que es el vaso perfecto para degustar cerveza.
Pilsner: Con pie o sin él, vaso alto con forma cónica que permite la retención de espuma, concentrando los aromas en cada trago. Muy utilizado en las cervezas estilo Pilsner para resaltar el color de las mismas.
Weizen: Vaso de gran tamaño, que nos permite servir cervezas de 50 cl, con la parte inferior más estrecha que la parte superior para permitir una buena retención de espuma y liberar los aromas en su boca más ancha.
Copa Cáliz: Copa tipo balón o bola, muy utilizado en las cervezas belgas, con cierto estrechamiento hacia el interior en la parte superior para concentrar la espuma y los aromas. Ideal para cervezas intensas y complejas.
Jarra Alemana: Jarra de gran tamaño donde se sirven cervezas ligeras como las Pilsner, Oktoberfest, etc. Se suelen servir con gran cantidad de espuma y el asa ayuda con el peso de la misma. Tendríamos las versiones de madera, barro o porcelana con tapa, decoradas o no. La tapa en la edad media servía para proteger la cerveza de contaminación y detener la propagación de las epidemias, pero la historia de las Jarras Alemanas con tapa nos la dejamos para otro blog…
Así que ahora que ya sabemos de varias de las cristalerías más adecuadas para poder disfrutar de un buen trago, solo nos falta disfrutar de nuestra cerveza favorita.
Rodrigo Muñiz, Beer Sommelier