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Gastronomía

Cómo enamorar a la chica de tus sueños

¡Qué situación! Entrar en la vida de alguien con dos cervezas en la mano y un par de copas Teku. Suena genial, ¿no es así?

Tengo que decir que desde que me dedico a este mundo disfruto muchísimo quedando con la chica que me gusta, y preparando para ella un pequeño maridaje a base de buena birra.

Si a la chica de vuestros sueños le gusta comer y beber, y a vosotros cocinar y la buena cerveza, animaros a probar, ¡porque vais a triunfar!

Vamos a intentar desgranar cómo podríamos desarrollar esta cita y que esa persona especial quiera volver a verte (y planear la boda, of course).

Os voy a contar el secreto para poder descifrar si puede gustarle una cerveza: PREGUNTAR POR SUS GUSTOS.

Cuando los sepáis contadme y os compartiré nuevas ideas. Y hasta entonces por aquí os dejo algunas sugerencias.

Empieza con algo ligero y aromático, como la Munich Helles de Schneider, y una ensalada fresca de berros, salmón marinado, un queso suave y un aliño con vinagre de arándanos.

¡Vamos con el plato fuerte! Servimos una buena rebanada de pan brioche y colocamos un pulled pork que ha estado marinado durante dos días con una mezcla de especias y asado lentamente durante 4 horas. Con queso cheddar fundido por encima y por fin, abrimos nuestra Soup IPA, una NEIPA que es un cóctel afrutado con leve amargor que es perfecto para acompañar carnes asadas.

Y llegamos al postre, ¿¡conseguiremos que pruebe una cerveza negra y encima le guste!? Si es así, el plan está siendo gloria bendita.

¡Nos ponemos con ello! Vamos a hacer un poco de show. Saca tu bandeja, que has preparado con todos los utensilios necesarios para montar delante de la futura madre de tus hijos un: BIRRAMISÚ, si, has oído bien, lo único que vamos a cambiar es el café y el Amaretto por la cerveza negra que vas a servir previamente en un par de copas snifter para que podamos ir maridando a la vez.

Prepara los platos, moja el bizcocho soletilla (o el savoiardi si lo encuentras) en un cuenco donde has puesto un poco de la cerveza negra que has guardado habilidosamente para el truco final 😉

Colócalo en la base y añade la crema de mascarpone que has preparado previamente encima, coloca un poco más del bizcocho encima, vuelve a cubrir con el mascarpone y solo nos queda espolvorear un poco de cacao por encima.

¡Ah! Se me olvidaba comentaros la cerveza que había elegido, yo soy un fan confeso de la Baltic Porter de Alhambra, me parece una elaboración llena de matices y aromas que harán de este postre un maridaje perfecto.

Hasta aquí mis técnicas gastro-amatorias, lo demás es cosa vuestra. ¡Al lío!

Pablo Morales, Beer Sommelier

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