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Gastronomía

Postres y cerveza, déjate sorprender

¿Cómo llevamos la semana guapetonxs?

Desde SABEER, a través del equipo estupendo que hemos formado, divulgamos la cultura cervecera más allá de los estilos más comunes que solemos beber, normalmente con amigos y en un ambiente social.

Y hoy, como cocinero (antes que beer sommelier) que soy, nos vamos a liar la manta a la cabeza, y vamos a proponer una manera diferente de disfrutar de los postres en la gastronomía.

Justamente ayer estuve viendo una película de cine clásico con mi abuela, que le encanta Humphrey Bogart, y me había preparado por la mañana su arroz con leche. Bueno, os confieso que para mí es: EL ARROZ CON LECHE. Ese arroz que me da “alegría de vivir”, como decía Ray Heredia.

Un arroz con medidas a “ojimetro” como decimos los cocineros, pero con un arte y un amor que quita el “sentío”.

Y ahí estaba yo, delante de semejante fuente, y casualmente me había traído una cerveza, pura fantasía, que le vino que ni pintado.

No sé si os habíais planteado maridar alguna vez postres con cerveza, pero es un ejercicio realmente divertido para el paladar y los sentidos.

Os voy a contar la cerveza que elegí, que en este caso fue una Salted Caramel Flat White Imperial Pastry Stout de Amundsen, unos noruegos que hacen unas cervezas súper ricas.

¡Qué divertido fue darle un pequeño sorbo y tomar con una cuchara el arroz con leche de mi abuela! Aparecía el caramelo salado, que realzaba claramente las notas lácticas y la canela del arroz. A cada trago de cerveza, el cuerpo te pedía darle un buen tiento al arroz con leche, esta cerveza nos permite querer más y más, no se te hace pesado disfrutar del postre. ¡Cómo me lo pasé amigxs!

Tengo otra historia súper divertida acerca de los postres con cerveza, de cuando empecé a trabajar con Álvaro Verdú, el chef principal de SABEER. Me enseñó una receta que rompió los esquemas preestablecidos que tenía acerca del uso de la cerveza en la gastronomía.

Hicimos un tiramisú, pero en vez de mojar el bizcocho de soletilla o savoiardi en café y Amaretto (un licor de almendras ligeramente amarga), mojamos los bizcochos en una cerveza negra que le añadía licorosidad y recuerdos a café, pero con una profundidad mucho mayor que la que aportaban los ingredientes originales.

Esta receta, que probó Álvaro en un festival de cervezas hace ya unos años, se ha convertido en un postre diferente y divertido que nos gusta preparar para sorprender a la gente que no conoce tanto las cervezas negras y que le gusta trastear en la cocina como a nosotros. Y no sé a quién se le ocurriría, pero le llamó: BIRRAMISÚ.

Los sabores clásicos del tiramisú, pero con un profundo sabor, más fragante e intenso de lo normal, hicieron que el postre subiera de nivel. Para rematar comimos el BIRRAMISÚ con la misma cerveza que habíamos usado para mojar los bizcochos, ¡que espectáculo!

Y hasta aquí todo por hoy, espero que os haya gustado el artículo.

Pablo Morales, Chef y Beer Sommelier

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