VOLVER AL BLOG

Cultura Cervecera

El Derecho y la Cerveza: juntos pero no revueltos

El Derecho ha jugado un papel protagonista regulando la vida de la sociedad desde las primeras civilizaciones. Por otro lado la cerveza ha estado presente en casi todas ellas ya fuera como bebida ritual o plenamente integrada en los hábitos de consumo. Por todo ello no es extraño que uno y otra hayan cruzado sus caminos un buen número de veces a lo largo de la historia, influyéndose mutuamente en mayor o menor medida.

Ya el Código de Hammurabi (1692 a.de C) recoge y fija una serie de leyes que hacen referencia a los establecimientos especializados en la fabricación y venta de cerveza, la bebida favorita de los babilonios, conocida por ellos como vino de dátiles pero elaborada principalmente con cebada.

 

El interés del legislador se relaciona con varios aspectos de sus actividades: evitar que no se defraude con los pesos y medidas que utilizas para la elaboración de la cerveza -bajo pena de muerte por ahogamiento-, que no se acoja en los establecimientos a personas que conspiran contra la autoridad sin denunciarlas (pena de muerte), que una sacerdotisa que vive en una comunidad no abra ni vaya a una taberna -bajo pena de ser quemada viva-, y otras regulaciones del monto de la venta de cerveza a crédito.

“que una sacerdotisa que vive en una comunidad no abra ni vaya a una taberna -bajo pena de ser quemada viva-”

Seguimos nuestro viaje en el tiempo llegando a la Edad Media donde, para dar amargor y aroma a la cerveza, se utilizaba una mezcla de diversas especias denominada gruit, cuya composición era tan variada como secreta. La producción del gruit fue durante mucho tiempo privilegio exclusivo del clero, protegido por la emisión de leyes y decretos.

Acabada la Edad Media, el lúpulo ya se había abierto camino tanto por sus ventajas organolépticas como por su cualidades conservantes, dejando obsoletas las leyes alrededor del gruit, y así fue como se convirtió en uno de los 3 únicos componentes autorizados para hacer cerveza que recoge la Ley de Pureza de la Cerveza de 1516, promulgada por Guillermo IV de Baviera. Esta es considerada por muchos como la primera ley de consumo alimentario, y ha marcado durante siglos el perfil de las cervezas alemanas, diferenciándolas de otras escuelas tradicionales tan próximas geográficamente como la belga.

Los tiempos modernos han dado paso a otro tipo de influencias del Derecho en la cerveza. Uno de los más significativos se produjo en 1919 con la promulgación de la Ley Volstead, más conocida como la Ley Seca, que prohibió la elaboración y consumo de de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos durante 14 años. Además de sus repercusiones en la vida cotidiana, la Ley Volstead provocó un comercio ilegal de trágicas consecuencias, la desaparición de más del 90% de las fábricas norteamericanas y con ellas de muchos de los estilos que elaboraban, empobreciendo la oferta y concentrándola en los más populares y fáciles de beber.

“la Ley Volstead provocó un comercio ilegal de trágicas consecuencias, la desaparición de más del 90% de las fábricas norteamericanas”

También los conflictos de marca han sido protagonistas desde que la industria cervecera cobra una cierta dimensión. Entre todos ellos destaca el pulso aún vigente que mantienen las dos compañías que utilizan la marca Budweiser, una norteamericana fundada por emigrantes alemanes en 1876,  y otra checa de 1895 que toma su nombre de la localidad donde se funda. En cada continente y en cada país, los tribunales han fallado sucesivamente a favor de una u otra. Ambas compañías han apelado y han continuado su lucha sin impedir por ello que hayan sido capaces de  llegar a acuerdos comerciales de distribución porque, al final, el negocio es el negocio.

Esto y mucho más descubrirás sobre esta relación de siglos entre el derecho y la cerveza en nuestra cata online El Derecho y la Cerveza, en la que hacemos un recorrido a todos estos conflictos al mismo tiempo que  catamos 4 cervezas que los ilustran, como siempre acompañadas de un delicioso maridaje, divertidos juegos y buen humor. 

Julio Cerezo, Director de Sabeer

 

También te podría interesar...