Gastronomía
Cenas rápidas con laterío gourmet y buena cerveza
¡Hola guapetonxs! ¿Cómo está yendo la semanita?
He decidido pasarme por aquí para hablaros de cómo convertir una cena perezosa, de esas que no tienes ni fuerzas para tostar una triste rebanada en la tostadora, en un pedazo de cena con 3 latas de conservas marinas y unas cervezas que les van a ir al pelo. 😉
Vamos a empezar. Ya sabéis que a mí me gustan las cosas sencillas que, con un poquito de imaginación, se pueden convertir en algo muy diferente.
A continuación os voy a detallar las 3 latas que vamos a probar, dónde podréis encontrarlas, qué vamos a añadirles y, por último, qué cervezas tenéis que meter en la nevera. ¡Al lío!
Primera lata que vamos a buscar: “Zamburiñas en salsa de vieiras”, que podremos encontrar en la página web “Frinsa.es”. Con un par de latitas seguro que tenemos suficiente. Las colocamos sobre unas tostas de pan, ponemos un poco de queso para gratinar encima, y se van directas al grill del microondas a esperar a que el queso funda. He pensado que ese potente umami marino, junto a la untuosidad del queso, van a ir perfecto con un estilo de cerveza ácido, así que guardamos en la nevera una “Les Trois Mousquetaires Berliner Weisse” proveniente de Canadá, que nos aporta unas ligeras notas a limón, y una carbonatación alta.
La siguiente conserva que he elegido es “Jurel en salsa de escabeche” de “latiendadelasconservas.es”. Ahora vamos a viajar hacia Corea y prepararemos un Ssam con unas hojas de lechuga bien limpias. Colocamos los lomos de jurel encima y ponemos unas hojas de cilantro y menta, picamos unos anacardos y los echamos de topping. La cerveza que he elegido esta vez es una belga de trigo, la “Hoegaarden Wit-Blanche”, que evoca aromas afrutados y especiados, muy adecuados para refrescarse después de cada bocado.
La tercera lata que vais a disfrutar es “Filetes de caballa picantes con encurtidos”, de Minerva, la cual volvemos a encontrar de nuevo en “Frinsa.es”, así que aprovechad para hacer el pedido completo 😉 Esta vez os lo pongo más fácil aún. Abrimos una bolsa de patatas fritas (de las buenas, ¡no me seáis tristes!), y volcamos la salsa picante de los filetes de caballa (pero sin los filetes) dentro de la bolsa, cerramos bien, y hacemos un poco de “shaking” para que se impregnen bien. A continuación, colocadlas en un plato y servid los filetes de caballa por encima. Para este bocado vamos a darle caña a una IPA bien lupulada que nos limpie el paladar del gusto picantito que nos deja la caballa. Última cerveza de esta cena para vagos ilustrados, la “Península Hashtag”, una modern IPA con una carga extra de lúpulo.
¿Os ha gustado? Si es así hasta la próxima, ¡os camelo a todxs!