Estilos de cerveza
¿Te gustan las IPAs? Descubre el origen y características de este estilo
Si te estás metiendo en este mundillo de la cerveza artesana, de tan variados sabores y aromas, una de las primeras cosas de las que seguro has oído hablar es de las “IPAs”. Que si una IPA por aquí, que si otra IPA por allá, que a mí me gusta más esta IPA que es muy diferente a esa otra… Es lógico, son de lo más común entre las cervezas artesanales, y prácticamente cada pequeña cervecera tiene su versión ya que están muy de moda desde hace años. Vale, pero, ¿qué quiere decir IPA y cómo sé cuál me va a gustar, si hay tantas opciones disponibles?
Vamos a empezar con la primera cuestión, vamos a conocer el estilo. Una IPA es un estilo concreto de cerveza, es decir, el resultado de seguir una receta con unas ciertas características que tienen en común todas las IPAs. Pero, lógicamente, puedes encontrar IPAs muy variadas según lo que busque el elaborador a la hora de hacer una. Esto es como hacer una receta de cualquier otro tipo de comida; una tarta de queso tiene unas características (principalmente, que destaque el ingrediente del queso), pero hay infinidad de tartas de queso diferentes, según quién la haga y el resultado que quiera conseguir. Con los estilos de cerveza pasa igual, y concretamente con las IPAs más aún, y ahora veremos por qué.
Hay que señalar que “IPA” son las siglas de India Pale Ale, un estilo que viene de largo, pues lo empezaron a elaborar los británicos para mandarla a la India desde el siglo XVIII.
Bien diferentes son aquellas primeras cervezas IPA que transportaban los británicos a la India de las actuales que se pueden ver en casi cualquier cervecería, pero sí que es verdad que comparten unos rasgos comunes que las diferencian de otras. En concreto, lo que va a caracterizar a una IPA es el uso en mayor cantidad del lúpulo, una planta cuya flor se usa como uno de los cuatro ingredientes que lleva siempre una cerveza (junto con agua, malta y levadura). Una cerveza con más lúpulo no va a tener las mismas características de sabor y aroma que otra que no lleva tanto, así que las IPAs se diferencian principalmente por ser más amargas, una aportación típica del lúpulo, y muy aromáticas, otra cualidad clave de esta planta maravillosa.
Otra cualidad de las IPAs es la de tener una graduación alcohólica algo superior a lo que estamos acostumbrados, y que se mueve entre el 6 y el 8 % del volumen.
¿Y esto, por qué? Pues, como todo, tiene su explicación, y es muy interesante. Tanto el lúpulo como el alcohol son elementos bactericidas y conservantes que hacen que una cerveza “viva” más tiempo, y ese era precisamente el objetivo de las primeras IPAs, que recorrían un viaje de hasta seis meses en barco desde Gran Bretaña a la India, recorriendo latitudes muy dispares, lo que hacía que una cerveza sin esa aportación extra de lúpulo y alcohol siempre llegara agria o pasada al destino.
Hoy en día las IPAs son consumidas normalmente de forma local, no tienen que soportar un viaje largo como antaño, y cuando lo tienen que hacer los métodos de refrigeración actuales se encargan de que se conserve perfectamente, siendo además los viajes mucho más cortos. Entonces, ¿no pierde el sentido hacer una cerveza con más lúpulo? En absoluto, la variedad de lúpulos que se conocen hoy en día y se usan para hacer cerveza nos abre la posibilidad de tener IPAs para prácticamente todos los gustos. Por eso lo que indicábamos antes, según quién elabore una receta y el tipo de ingredientes que lleve se obtendrá un resultado u otro. Hay lúpulos más amargos y otros mucho menos, así que ahí ya hay una diferencia (aunque siempre seguirá siendo característico en una IPA un punto de amargor al menos). Pero lo más variado son los aromas. Casi podemos encontrar cualquier aroma: hay lúpulos que huelen a frutas tropicales, cítricas, verdes o de hueso; a árboles diferentes como el pino o el laurel, o a sus hojas y resinas; a cuero, a tierra, a hierba, a especias… y un largo etcétera, lo cual permite al elaborador ser muy creativo y darle una personalidad especial a su cerveza.
Y ahora nuestro segundo interrogante con el que abríamos: ¿Me va a gustar cualquier IPA, solo algunas o ninguna? ¿En qué me debo fijar para saber qué IPA será mi preferida? Nos daría para escribir mucho más, así como del propio estilo del que hemos hecho un muy breve resumen en este artículo. Intentaremos, pues, dar respuesta en otro post.
Pablo – Beer Sommelier y Formador en Sabeer