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Estilos de cerveza

¡Estoy perdido! ¿Cómo puedo saber qué estilo de IPA me va a gustar más?

Hace ya tiempo que veo a gente que tiene un lío impresionante con el tema de las IPAs (a mí también me marea a veces, lo reconozco). Y es que están en continua innovación, lo que hace que prácticamente no pasen de moda desde hace más de veinte años en países como Estados Unidos.

Esto también hace que los elaboradores quieran diferenciarse con recetas cada vez más modernas y diversas. La gran variedad de familias de lúpulos que existen, siendo este ingrediente el mayor protagonista en estas cervezas, abre también una gran posibilidad de ser originales y únicos a la hora de crear recetas y conjugar aromas y sabores que se quieran ver presentes en la bebida.

Todo ello hace muy útil una clasificación propia dentro de las IPAs por subestilos para definir un poco más sus características (como también ocurre con otros estilos de cerveza, aunque en menor medida). Partiendo de la base de lo que es una IPA, cuya definición ya aproximamos en oro artículo, como cerveza muy lupulada, amarga y aromática, podemos encontrar diferentes subestilos para todo tipo de gustos y momentos, y aquí entra mi trabajo de recomendación, por si quieres buscar una que te llame la atención probar.

¿Y qué te puedo recomendar? Lo primero, que si no te gusta la sensación que deja el sabor amargo quizá debas buscar tu cerveza favorita en otro estilo. Sí, es un sabor difícil, y desde que nacemos estamos programados para rechazarlo. Pero también es verdad que hay quien va desarrollando un gran gusto por él, sobre todo a partir de la edad adulta; de hecho, si eres de esa gente a la que le encanta, te invitaría a que probaras una Imperial IPA (o Doble IPA) sin miedo, pues son las versiones más fuertes. Si, por el contrario, te gusta menos la alta intensidad de amargor, pero sí que toleras un toque en el que puedes encontrar un punto de frescor, disfruta de una Session IPA un día caluroso y verás qué bien entra, ya que son mucho más suaves en alcohol y amargor. No falla entre los amantes de la tónica, por ejemplo.

Que te mola el sabor tostado del café solo, prueba una Black IPA, la versión más oscura. Que eres más de echarle azúcar, quizá una Red sea la tuya, ya que el tueste de sus cereales genera una sensación más caramelizada. Que lo tuyo son los aromas afrutados y tropicales, no dejes de probar las American y toda su variedad, que utilizan lúpulos americanos de aromas muy exóticos. Que prefieres un toque ácido, las tuyas son las Sour IPA, con un sabor final ácido muy refrescante.

Obviamente, esto ya no va solo por gustos generales, sino también por apetencias según el momento. Hay IPAs para casi cualquier situación. Desde la IPA ideal para calmar la sed después de hacer deporte (estilo Session) a la que podría sustituir a una copa después de una cena (Triple), pasando por las que te puedes tomar en el afterwork (las Belgian IPA y las NEIPA son buenos ejemplos, ya que tienen más cuerpo y una textura más densa).

También para acompañar según lo que estemos comiendo, como comida asiática con una English IPA (más parecidas a las versiones originales del siglo XVIII y con notas especiadas), o unas salchichas picantes con una IPA de trigo (con un buen equilibrio de sabores cítricos, dulces y amargos), por poner dos ejemplos. O simplemente por la compañía que tengas, pero eso ya lo tienes que juzgar tú, y con los datos que te he dado ya te puedes ir haciendo una idea.

Y podríamos seguir con muchas otras (Hazy IPA, DDH IPA, Sour IPA, Juicy IPA…) e incluso, con un poco de imaginación, inventar alguna.

Dicho esto, lo mejor siempre va a ser probar, así que terminamos en este punto y te pides una IPA. ¡Y explora y aprende sin miedo!

Pablo  – Beer Sommelier en Sabeer

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